martes, 22 de diciembre de 2015

La naturaleza: Constitución de la República del Ecuador

Capítulo segundo
Biodiversidad y recursos naturales
Sección primera
Naturaleza y ambiente
Art. 395.- La Constitución reconoce los siguientes principios ambientales:
1. El Estado garantizará un modelo sustentable de desarrollo, ambientalmente equilibrado y respetuoso de la diversidad cultural, que conserve la biodiversidad y la capacidad de regeneración natural de los ecosistemas, y asegure la satisfacción de las necesidades de las generaciones presentes y futuras.
 2. Las políticas de gestión ambiental se aplicarán de manera transversal y serán de obligatorio cumplimiento por parte del Estado en todos sus niveles y por todas las personas naturales o jurídicas en el territorio nacional. 
3. El Estado garantizará la participación activa y permanente de las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades afectadas, en la planificación, ejecución y control de toda actividad que genere impactos ambientales.
4. En caso de duda sobre el alcance de las disposiciones legales en materia ambiental, éstas se aplicarán en el sentido más favorable a la protección de la naturaleza. 

Efecto de los gases de invernadero

El vapor de agua es un gas que se obtiene por evaporación o ebullición del agua líquida o por sublimación del hielo.

Dióxido de carbono (CO2) óxido de carbono (IV), también denominado dióxido de carbono, gas carbónico y anhídrido carbónico, es un gas cuyas moléculas están compuestas por dos átomos de oxígeno y uno de carbono. Su fórmula química es CO2.

Metano (CH4) El metano (del griego methy, vino, y el sufijo -ano) es el hidrocarburo alcano más sencillo, cuya fórmula química es CH4.

Impacto ambiental de la energía nuclear



Todas las fuentes energéticas tienen una repercusión medioambiental en algún momento de su ciclo de producción. Las dos únicas fuentes disponibles en la actualidad que no emiten gases de efecto invernadero en su operación son las energías renovables y la energía nuclear.
Las energías renovables son necesarias pero complementarias, no pueden sustituir a medio plazo la generación nuclear y la energía nuclear es hoy en día la única fuente capaz de suministrar grandes cantidades de electricidad sin contribuir de forma significativa al cambio climático.
La industria nuclear ha desarrollado importantes esfuerzos y ha puesto en marcha los mecanismos adecuados para garantizar que sus posibles riesgos medioambientales (emisión de radionucleidos y gestión de residuos radiactivos) se mantengan muy por debajo de los límites establecidos por organismos reguladores independientes y la administración.

Emisiones a la atmósfera

Mientras que las centrales térmicas convencionales queman combustibles fósiles para la producción de electricidad, una central nuclear obtiene su energía de un proceso físico, la fisión del átomo de uranio. Esto significa que una central de este tipo no envía a la atmósfera gases de efecto invernadero (óxidos de carbono, de azufre, de nitrógeno, etc.) ni otros productos de combustión, tales como las cenizas, que contribuyan al cambio climático, a la acidificación de las lluvias, a la contaminación de las grandes ciudades, la destrucción de la capa de ozono o al efecto invernadero. En cuanto a las “emisiones” de las torres de refrigeración, tan frecuentemente utilizadas como símbolo de la contaminación producida por las centrales nucleares, son sólo vapor de agua.
Desde el punto de vista de la protección del medio ambiente, las centrales nucleares siempre han estado sujetas a un estricto control reglamentario institucional difícil de igualar por otras actividades industriales. Dicho marco reglamentario contempla todas y cada una de las fases que componen el ciclo de producción, así como la protección de los trabajadores y del público en general.
Las centrales nucleares al no quemar combustibles fósiles, no emiten CO2 durante su operación, permitiendo ahorrar cada año un 8% de las emisiones de CO2 a nivel mundial (2.500 millones de toneladas de CO2) y entre 35 y 45 millones de toneladas de dióxido de carbono en España (equivalentes a las emisiones que realiza la mitad del parque automovilístico español) y representan más del 40% de la electricidad libre de emisiones generada en España. En Europa la producción anual de 900 TWh nucleares supone evitar la emisión de unos 650 millones de toneladas de CO2. Esta cifra es equivalente a la que emite el parque automovilístico europeo.
Sin embargo, hay que considerar todo el ciclo de producción y en el caso de las centrales nucleares incluye la extracción y transporte del uranio para convertirlo en combustible nuclear por lo que en esta fase, cómo en cualquier otra fuente de energía, se producen emisiones de CO2.
CANTIDADES (EN TONELADAS) DE DIÓXIDO DE CARBONO
POR GIGAVATIO-HORA PRODUCIDO CONSIDERANDO EL CICLO DE VIDA COMPLETO 
Carbón
1.100
Gas natural (cogeneración)
650
Gas natural (ciclo combinado)
450
Biomasa
50
Solar
40
Hidráulica
20
Nuclear
5
Eólica
4

Clasificación de la contaminación ambiental





1. Contaminación Atmosférica:

Se entiende por contaminación atmosférica a la presencia en el aire de materias o formas de energía que impliquen riesgo, daño o molestia grave para las personas y bienes de cualquier naturaleza, así como que puedan atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad